Enlace de: Blog de Luna Valenciana
Usuario: Luna Valenciana
Reputación: Escritora y propietaria del Blog "Pensamientos y reflexiones de una puta"
Fecha: 23 NOVIEMBRE, 2015
MI PRIMERA VEZ EN UN PUTI CLUB.
Estoy en mi punto del olvido y en el filo de probar experiencias nuevas, he aprendido que el olvido no existe, tendré que dejar de pensar entonces…
Siempre he mirado los puti clubs como algo oscuro, fijaos que cuando pensamos en una prostituta pensamos en ese mundo es sucio y detrás de cada una hay un chulo obligándola a prostituirse, imaginaba este mundo así antes de empezar en esto.
Pues con los clubs de alterne me pasaba igual. Solo he estado en uno de momento y la experiencia no me parecía tan desagradable como pensaba, estuve tres días no seguidos, me imaginaba ese sitio pues conflictivo, con las tías drogándose hasta las cejas, con tíos con látigos obligándolas a ejercer el oficio, pensaba que las chicas de allí eran como salvajes, de estas que buscan camorra y pensaba que hasta en esos sitios roban las unas a las otras.
Qué imaginación tengo, no? Me comentó mi querida y mejor amiga Lara Dávalos que estaba trabajando por las tardes en el punto G de Gijón (Asturias), yo no tenía ni pajonera idea de que coño era eso, le comenté que me habían hablado de un club en Madrid donde se trabaja bien y las tarifas son altas, el Hot, doy esta información por si alguna chica le interesa, me han llegado a contar que en ese club de Madrid se llega a ganar muchísimo en un día, mi vida está llena de pagos y más pagos, con lo que gano ayudo a mi familia y a dos familias más que están en el paro, no se…
Mi naturaleza es así, ayudar y no puedo cambiarlo, al igual que soy muy sincera y transparente cuando hablo, lo mismo que cuando escribo, cuento las cosas tal cual las siento.
Pues Lara me dijo que para trabajar en un club en Madrid tenía que prepararme porque lo mismo habían setenta chicas y tenía que aprender en un club pequeño donde hay de treinta a cuarenta chicas, al principio me dio vértigo la idea de trabajar en uno, creo que estaba acojonada, así que llamé a mi madre y le dije que iba a trabajar en un club por las tardes, que.. qué le parecía la idea? Mi madre no es que esté muy a favor de mi trabajo, lo hago por una buena causa, pero la medio engaño diciéndola que solo hago Sado y acompañamiento solo de cenas y demás, que alguna vez sí me he acostado pero analizándolo así que hay tías que lo hacen en una discoteca gratis con un tío que no conocen y yo lo hago cobrando, no es que le cuente muchas cosas de mi trabajo, pero creo que no se imagina a su adorable hijita chupándosela a un tío porque según ella lleva no se cuantos años con mi padre y jamás le ha practicado una felación, y yo haciendo quilómetros de francés por ella…
Pues me puse manos a la obra con Lara buscando un vestido, recorrimos todas las tiendas de Oviedo, yo quería algo en el que me sintiera segura, vestidos tengo muchos, pero quería algo que me destacase y después de recorrer varias tiendas lo encontré, después, nos vestimos matadoras para esa primera vez y nos fuimos al punto G, me sentía atractiva, la verdad sea dicha, pero iba para ir a una fiesta y no a un club, cuando llegué, me enseñó el sitio, tuve que dar mis datos, me hice llamar Ángela, por mi perfume de Ángel que utilizo, pero ese nombre no me dio mucha suerte, Lara la veía muy suelta y segura en ese ambiente, las tías habían algunas guapas y otras más feas que pegarle a un padre, unas llevaban ropa muy corta y otras no llevaban más que un tanga, mirando las tetas de algunas chicas pensando que yo quería unas tetas así como las que tenía la de la barra, bailaba la tía la samba brasilera que daba gusto verla, aquello era lo más parecido a estar en una discoteca pero el hecho de acercarme yo a un chico a hablarle o convencerle me costaba mucho, aunque no lo parezca yo soy en el fondo algo tímida, cuando salgo a los garitos o discoteca no dejo que ningún chico se acerque a mí porque me da verguenza hablar con alguien que no conozco, cuando soy Virginia es diferente.
El corazón me daba taquicardias a ritmo de samba cuando tenia que hablar con un tío, recuerdo que uno en el club me tocó una teta descaradamente y le dije que si volvía a tocarme le rompía la mano, joder.. veía que las magreaban a todas y como que no me va ese rollo, cuando trabajo en casa es diferente, no se explicarlo, sentía que me daba todo verguenza allí y sentía mucha inseguridad.
-Ángela.. tú de dónde eres?
-Yo de Madrid.
-Eres española, que raro encontrar una española en un club.
-Sí, es que me gusta conocer gente.
-Pues vas muy tapada para conocer gente aquí, lo sabes?
Me quedé muy cortada, hubo un momento que tuve ganas de quitarme la ropa e ir en ropa interior y otro momento que la noche se me hizo larga y no trabajé más que un cliente de una hora y porque Lara me hizo el contacto que si no ni para las pipas hubiera ganado ahí.
Habían tíos que me decían que me había confundido de sitio y yo no pegaba ahí y aquello más me desanimaba. El camarero no paraba de ponerme chupitos de Vodka y el alcohol ya ni me subía de lo nerviosa que estaba.
Me fui a casa desilusionada, Lara siempre me dice una palabra positiva a todo pero yo estaba desilusionada, no pensaba que el trabajo de una chica de club era tan difícil y quise desistir.
La segunda vez que fui a mi me apetecía salir de fiesta por Oviedo y Lara me dijo que tenía que trabajar, que se iba al club, así que la dije que me iba con ella pero que pasaba de trabajar, que esta vez iba a ir a bailar, hacer bulto como cuando era azafata de imagen.
Pues me puse esa noche muy guapa, una falda transparente y un corset similar negro, el pelo me lo arregló mi amiga y me maquillé para matar, es noche de fiesta y salí con el plan “B” de “Bailar”, así que cuando llegué todas las chicas me miraban, los tíos también pero había poco trabajo, así que me limité a bailar.
Me volví a hacer un cliente y discutí con un gilipollas que estaba en la barra con sus colegas haciéndose el gracioso diciéndonos cosas de tipo; “no vales para nada” a todas las tías que pasaban por su lado, hasta que intervino el de seguridad, echaron al ridículo ese y a sus amigos por estar metiéndose con las tías, creo que ese tío era el típico impresentable que no ligaba ni pagando y tenía un problema con las putas o algo porque no era normal su comportamiento.
Me hice un cliente que me pagó solo por estar hablando, el tío iba muy puesto y estaba dándome una lección acerca del amor, me dijo “que si queremos a alguien tenemos que luchar por recuperarlo”, creo que era ya tarde porque luché más que los tres mosqueteros en su película y de nada me sirvió por recuperar el amor de mi vida hasta que decidí olvidarle de una vez y para siempre, creo que mi ojo para elegir tíos lo tenía un poco chungui, así que ya no me fijo en ninguno, espero que aparezca si quiere y sino me da igual, prisa no tengo.
Después de ese chico que me pagó como hora y media y sin tocarme un pelo, me di una ducha y me fui otra vez a donde estaba mi amiga, bailé y bailé, me encanta bailar, Lara estaba enseñando la danza del vientre y ahí estábamos a ratos, cuando ella se ocupaba yo estaba deseando que viniera porque me daba miedo quedarme allí sola.
La tercera vez que fui al club, fue diferente, volví a repetir el modelito negro que me dio buena suerte, iba tan guapa que parecía que brillaba, tenía más seguridad en mí misma que las dos veces anteriores cuando había ido, me sentí más Virginia que nunca y ya me presentaba como Virginia porque este nombre siempre me ha dado suerte.
Mientras mi amiga nada más llegar se ocupó yo me senté a tomar un Vodka con Red Bull, me preguntaba por qué los tíos no se acercaban en vez de nosotras a ellos, yo pasaba, observaba a las chicas que lo hacían y como lo hacían y me decía a mí misma que ese sitio no era mi sitio, que no pegaba ahí ni con el súper pegamento más fuerte.
Después de estar un rato ahí un tío me hizo señales para que me acercase hasta él y me invitó a una copa, después subimos y me pagó por estar hablando también con él, estaba a gusto, me hizo un masaje y cuando acabó el tiempo pues nos despedimos y seguí a lo mío, esa noche era un poco rara, los tíos se acercaban a mí y me preguntaban si subíamos, así hasta que conocí un chico que me hizo mucha gracia, había trabajado lo justo y no estaba cansada aún, así que subimos a la habitación después de invitarme a una copa, parecía tímido y a mí esa clase de chicos me hacen mucha gracia así que cogí y me lo follé a lo bestia, la cama de ese club que parecía un hotel, chocaba contra la pared todo el rato, este chico se agarraba a la cama asustado y más que disfrutar del polvo no paraba de decirme que no daba la talla cosa que me hizo reír mucho, hicimos varias posturas y acabó con un francés acabado en mis tetas, esa noche o pasé muy bien en el club, pensé que tuve una noche de suerte.
Así fue mi experiencia en el club, tuve momentos que tuve muchas ganas de llorar y largarme y otros momentos de reírme mucho, la verdad es que repetiría. Gracias a mi buena amiga Lara mis pensamientos oscuros sobre el club se volvieron más claros.
Hasta aqui mi experiencia donde me di cuenta de que no se trabajar en un club de alterne, pero no me desagradó la experiencia.
Repetiré? Quién sabe…
Perdón si hay faltas de ortografía, pero es que el colegio no me daba para más…